¿Cuándo es la primera crisis de lactancia?
En la etapa de lactancia materna, es común que los bebés pasen por diversas crisis de lactancia. Estas crisis son momentos en los que su apetito aumenta y se vuelven más demandantes, lo que puede preocupar a las madres primerizas.
La primera crisis de lactancia suele ocurrir alrededor de las tres semanas de vida del bebé. Durante esta etapa, el niño puede experimentar cambios en su comportamiento y en la frecuencia de las tomas.
¿Cómo identificar la primera crisis de lactancia?
Existen señales que indican que el bebé está atravesando por una crisis de lactancia. Algunas de ellas son:
- Frecuencia de las tomas: El bebé puede mostrar un aumento en la frecuencia de las tomas, pidiendo alimentarse más seguido de lo habitual.
- Duración de las tomas: Durante esta etapa, el bebé puede tener tomas más largas, ya que necesita más leche para satisfacer su creciente apetito.
- Irregularidad en los horarios: Es posible que durante la crisis de lactancia, el bebé demande leche en horarios menos predecibles, dejando de seguir un patrón establecido.
Consejos para afrontar la primera crisis de lactancia
Es importante tener en cuenta que la crisis de lactancia es una etapa transitoria y que no implica que la lactancia haya dejado de funcionar o que el bebé esté desnutrido. Aquí te dejamos algunos consejos para afrontar esta etapa:
- Mantén la calma: Recuerda que esta es una fase normal del desarrollo del bebé y que pasará con el tiempo. Mantén la calma y brinda a tu hijo el apoyo y la paciencia necesaria.
- Ofrece el pecho con frecuencia: Durante la crisis de lactancia, es recomendable ofrecer el pecho al bebé con mayor frecuencia, ya que así estará satisfecho y se estimulará la producción de leche.
- Descansa y cuida tu alimentación: Estas etapas pueden ser agotadoras para las madres, por lo que es importante descansar lo suficiente y mantener una alimentación adecuada para asegurar la cantidad y calidad de la leche materna.
Conclusiones
La primera crisis de lactancia es una etapa normal y esperada durante la lactancia materna. Las madres deben tener en cuenta que esta situación no implica un problema en la lactancia y que es una fase temporal en el crecimiento y desarrollo del bebé. Con paciencia, apoyo y cuidados adecuados, es posible superar esta etapa sin mayores dificultades.